Pregunto porque estoy convencido de que el semblante humano es un género literario. Es cuestión de aprender a leer los caracteres de los rostros.

¿Qué nos dice la gramática de la piel?

A lo mejor hay un cuento esperando a ser leído en esa página.

¿Qué comunica la ortografía de los poros?

Tal vez el inicio de una novela que desconocíamos por completo.

¿Qué transmite la caligrafía de los vellos de cejas, pestañas, bigotes y barbas?

Puede que un poema anide entre esas hebras.

¿Qué papel juegan los signos de puntuación conformados por barros y espinillas?

Sospecho que representan las pausas de múltiples versos.

¿Qué nos sugieren las arrugas?

Algo me dice que son textos profundos.

¿Qué sabemos del abecé de las miradas, las figuras literarias de las fosas nasales, los significados de los labios?

El analfabetismo de la cara sale caro.

¿Cuántos párrafos caben en la frente y la barbilla?

Intuyo que la respuesta depende del día o circunstancia en que uno lea una faz ajena.

¿Cuántos personajes pueden esconderse en las cavernas nasales y en los caracoles de las orejas?

Una verdadera lástima que las radiografías no registren la literatura, la historia de vida, que carga cada quien.

¿Con qué tipo de tinta se escriben las vivencias personales sobre los renglones de los rostros?

Me aventuro a responder que con sangre, sudor y llanto.

¿Qué tanto nos esforzamos por tratar de descifrar el idioma de los semblantes?

¿Qué leerán los otros en nuestra faz?

¿Qué tanto invitamos a que nos lean?

¿Son las caras libros abiertos de par en par o podemos esconder algunos capítulos?

¿Cuántas historias caben en un rostro?

¿Qué me dio hoy por escribir sobre este tema? Se lo contaré mañana…

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote