Esta mañana puse en serio peligro a un grupo importante de mis libros, los cuales estuvieron a punto de sufrir los efectos de una especie de diluvio universal.

Sucedió cuando me puse a jugar de fontanero.

Creyendo que iba a ser pan comido arreglar un pequeño problema en uno de los tubos de la casa, provoqué un abundante derrame de agua.

El episodio tuvo lugar a poca distancia de uno de mis libreros.

¿Cómo terminó la historia? Compartiré el relato al final de esta tarde.

Los espero…