La historia es breve y cucedió este año en una de las librerías que acostumbro visitar. Hace ya varios meses…

Entré en el local y casi de inmediato fui atendido por una vendedora que me preguntó si andaba buscando algún libro en especial.

Le dije que sí, El Parnaso español, del escritor Francisco de Quevedo (1580-1645).

–¿De quién? -me preguntó.
–Francisco de Quevedo -respondí.
–¿Cómo se escribe ese apellido?”
–Qu, u, e, uve, e, de, o.
–¿Qüevedo?
–No, Quevedo.
–Déjeme consultar.

Al cabo de unos minutos…

–No lo tenemos, pero hay un libro de un Cervantes.
–Perdón, ¿de quién?
–De un Cervantes. Un Miguel. ¿Lo conoce?
–Sí, es el autor de Don Quijote de la Mancha.
–Ahhh, ese no lo he leído. ¿Es bueno?
–…

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote