¿Cuál Stefano?

Stefano Mancuso (1965), botánico italiano y autor del libro La planta del mundo, publicado por la editorial española Galaxia Gutenberg.

Ha escrito también El increíble viaje de las plantas, Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal, La nación de las plantas, El futuro es vegetal y Biodiversos.

¿Cuál recuerdo?

El de aquellas remotas tardes en las que nos sentábamos a forrar con plástico los cuadernos y libros que estrenaríamos en el próximo curso lectivo.

De ello habla ese autor en el primer capítulo de La planta del mundo, titulado La planta de la libertad, un texto rico en historia de Francia y Estados Unidos, información sobre el álamo y el roble, manías literarias y sentido del humor.

Reconocido como una de las máximas autoridades mundiales en el campo de la neurobiología vegetal, este profesor de la Universidad de Florencia se pregunta si aún perdura la costumbre y el gozo de proteger a los útiles escolares con pliegos de plástico.

Además de vivir solo, no tengo hijos, tampoco sobrinos en edad escolar, por lo que ignoro si esa vieja práctica aún se conserva o desapareció en parte porque hoy día se fabrican cuadernos y libros con portadas mucho más resistentes y atractivas que las de años atrás.

Sin embargo, esa experiencia forma parte de mis memorias favoritas. Mi amigo Mancuso (me tomo la libertad de contar entre mis amistades a los escritores que me motivan a leer) me ayudó a evocar el olor del plástico, el sonido de la tijera, la pegazón de la cinta adhesiva cuyo borde había que buscar a pura uña y la piel de papel y cartón de los libros y cuadernos que contribuyeron con mi formación.

Mi tata, mi viejo del alma, mi maestro mayor, al principio forraba, pero luego descubrió el placer de encuadernar; eso sí, lo hacía a su manera: a las agendas que pasaban a mejor vida las despojaba de las tapas de cuero o vinil y las implantaba en libros y cuadernos. De cuando en cuando recorro su biblioteca y tropiezo con esas joyas del ingenio guevariano (las cuales celebro con una sonrisa).

Los buenos libros, como los de Mancuso, no solo instruyen y enriquecen, sino que además nos tocan las fibras de los más bellos recuerdos. Ya me puse nostálgico, así que me despido por hoy.

Muchas gracias, Stefano, por el recuerdo.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote