¡Por fin hallé a la uruguaya!
Hará cosa de dos o tres años que un amigo me recomendó leer La uruguaya, del escritor argentino Pedro Mairal (1970).
Obsesivo como soy con los libros, en especial cuando me los recomienda alguien a quien considero un excelente lector, me entregué de inmediato a la tarea de buscar esa novela publicada en el 2016.
Visité varias librerías y llamé por teléfono a otras preguntando por esa charrúa a la que deseaba leer desde la primera hasta la última palabra.
Se resistía a aparecer. No la encontré ni siquiera en versión digital.
¡Ni siquiera en la feria del libro!
Uno de los tantos libreros a los que consulté me dijo que no había vuelto a ver esa obra y que tenía meses de no llegar en los pedidos, por lo que veía muy difícil que regresara al mercado costarricense.
Aún así, seguí insistiendo, afinando el olfato de sabueso que sabe que en una que va y otra que viene aparecerá el tan ansiado hueso con carne.
Llegué incluso a pedirle a Dios que me ayudara con esa mujer suramericana, casi como implorándole que me deparara una esposa.
En determinado momento opté por dejar de buscarla. Como cantaba José José: “He renunciado a ti definitivamente. He renunciado a ti y esta vez para siempre. Te habrás fijado que no te busco…”.
Pues bien, hoy la encontré sin estar buscándola. Tropecé con ella en uno de los estantes de la diminuta pero bien surtida Librería Francesa ubicada en Barrio Escalante, 100 metros al este de la Antigua Aduana.
De inmediato me apropié del libro, el único ejemplar que había, lo pagué y regresé a casa ojeándolo a bordo del Uber.
Me gustaron las siguientes líneas de la contraportada: “Narrada con una brillante voz en primera persona, la uruguaya es una divertida novela sobre una crisis conyugal que nos habla también de cómo, en algún punto de nuestras vidas, debemos enfrentarnos a las promesas que nos hacemos y no cumplimos, a las diferencias entre aquello que somos y aquello que nos gustaría ser”.
En los próximos días devoraré esta prometedora historia de 135 páginas.
Ya les contaré de mi apasionado romance literario con La uruguaya.
JDGM