“¿Cómo reconciliarnos con las vidas que no hemos podido vivir, con los caminos que no tomamos, con la nostalgia del pasado?”.

Esa es, en mi opinión, una interrogante vital, una de esas preguntas que a veces rehuimos pero que tarde temprano terminaremos por plantearnos.

No existe un momento determinado para realizar ese ejercicio de introspección; a cada quien le llega su hora, o sus horas, para reflexionar al respecto.

Sí, se trata de un acto absolutamente personal, íntimo.

“¿Cómo aceptar nuestros fracasos, la futilidad de las tareas que consumen nuestro presente o la propia mortalidad?”

Nadie dijo que es fácil y sencillo enfrentarnos a este tipo de autocuestionamientos que tienen como objetivo -según mi óptica, pero usted puede verlo diferente- reconciliarnos con nosotros mismos en vez de auflagelarnos por las oportunidades aparentenente desaprovechadas.

Son preguntas capaces de causarnos escozor, inflamación y dolor… y el antibiótico no lo venden en las farmacias ni se encuentra en libros de autoayuda que nos venden la ilusión de Alicia en el país de las maravillas.

Interrogantes en torno a las pérdidas, el arrepentimiento, el éxito, el fracaso, la vida que queríamos versus la que tenemos.

“Son preguntas sobre la mortalidad y la finitud, el vacío que produce la búsqueda de proyectos, sean los que sean. Este libro es para… cualquiera que esté lidiando con la irreversibilidad del tiempo”.

Lo dice el autor de En la mitad de la vida, el doctor en filosofía Kieran Setiya (1976), un inglés que enseña esa materia en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Así que no se trata de uno de esos textos tipo “Cómo ser feliz en 15 minutos”, “La infalible receta del éxito”, “Tres pasos para dejar de llorar” o “¿Por qué arrastrarnos como caracoles cuando tenemos alas de águila?”

Es, por el contrario, una obra que echa mano de la filosofía para arrojar alguna luz que nos sirva de orientación en el difícil y prolongado proceso de enfrentarnos a nuestras heridas, cicatrices, moretones y todas las marcas que vamos acumulando a lo largo de la existencia.

Dicho con otras palabras, cuando llegamos a un callejón sin salida en el que nos espera la cruda interrogante “¿Esto es todo lo que hay?”, como plantea Setiya en esta publicación de Libros del Asteroide, una editorial que es garantía de calidad (lo digo por mi experiencia como lector).

Lo he dicho muchas veces pero lo reitero: me gustan los libros que me sacuden con preguntas, zarandean con dudas y confrontan con los fantasmas que habitan en lo más profundo de mi interior.

Por favor, hagan todo lo posible por leer En la mitad de la vida. Este es un buen año para hacerlo.

JDGM