Dos mujeres cubanas, un poema y una canción…

La primera de ellas, la poeta Carilda Oliver Labra (1922-2018), quien escribió un poema que vive en dos libros de mi biblioteca: Me desordeno, amor, me desordeno.

Uno de ellos, Álbum de poetisas cubanas, llegó a casa el 1º de noviembre de 1998. Fue publicado en 1997 por la Editorial Letras Cubanas, en La Habana, Cuba.

Si mi memoria no me falla, compré esa obra -una antología de 16 escritoras “de donde crece la palma”- en el local de la librería Claraluna que estaba ubicado en aquel entonces en la ahora llamada Calle de la Amargura en San Pedro de Montes de Oca; un rincón de 32 metros cuadrados atendido por Pilar Rivas y Auxiliadora Reyes.

El otro libro, Las palabras son islas, un panorama de la poesía cubana, incluye poemas de 133 autor@s de la tierra de José Martí. Este ancló en mis libreros el 14 de noviembre del 2001; fue publicado en 1999 por la misma editorial.

No recuerdo dónde lo adquirí.

“Me desordeno, amor, me desordeno,
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin porqué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno…”,

dice la primera estrofa del poema escrito por una hija de Matanzas, doctora en derecho civil.

La segunda mujer, Omara Portuondo (1930), cantante de sones y boleros nacida en La Habana (es quien aparece en la foto que acompaña a este texto).

Precisamente ayer descubrí en Spotify (una aplicación digital con toda la música que uno pueda imaginar) que esa dama de maravillosa voz canta una versión musicalizada de Me desordeno, amor, me desordeno, acompañada por la Orquesta Failde, de Matanzas.

Una hermosa canción con todo el sabor cubano, que se encuentra también en youtube y que comparto con ustedes en el siguiente enlace para que sus oídos mastiquen ese delicioso manjar: www.youtube.com/watch?v=LY33wI_z6Y8

Dos mujeres cubanas, un poema y una canción…

JDGM