En el preciso momento en que
se desnudó internamente, cuando quitaba
el tirante de los prejuicios de su hombro;
y desabrochaba detrás de su espalda
los miedos,
cuando bajaba el ziper
de las heridas pasadas
y desataba los nudos de su confusión,
llegaron a sus oídos
palabras que le tomaron por sorpresa,
e irrumpieron
como asesinos
en su alma;
no pudo controlar
aquella sensación de amargura
y tristeza,
después de un tiempo
no sabe por qué sigue aquí,
si a veces deja y baja
a un lugar desconocido
que ya no es nada
cuando conoce el
interior lleno de estrellas
en su cuerpo.

No conozco mayores detalles sobre la autora de este poema, Diana Gabriela Ortiz. Tan solo sé que es poeta, publicista, diseñadora gráfica y fotógrafa.

Lo sé porque lo dice una de las solapas de su poemario de 24 páginas Mis Contradicciones, publicado por el Colectivo de Literatura Folio 114.

Al parecer, es una escritora guatemalteca, pero no pude confirmarlo.

Sí sé que de este folleto se imprimieron 500 ejemplares en noviembre del 2006.

Por favor, no me pidan más detalles.

En todo caso, lo que verdaderamente me importa es la belleza humana del poema que escribió.

Nos describe muy bien, pues eso somos: prejuicios, miedos, heridas pasadas, confusión, palabras asesinas, amargura, tristeza y, como si fuera poco estamos rodeados de lugares desconocidos y con el cuerpo lleno de estrellas.

Somos seres tan complejos que cabemos en un poema de 24 líneas…

JDGM