“Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo”.

Palabras del escritor italiano Umberto Eco (1932-2016) en el libro Construir al enemigo, publicado por editorial Lumen.

¿Y cómo creamos a nuestros enemigos?

De acuerdo con Eco, nuestros rivales deben tener las siguientes características:

  1. Ser distintos y seguir costumbres que no son las nuestras. Por ejemplo, el inmigrante que vive entre nosotros, pero actúa de forma distinta, tiene otro color de piel y habla mal nuestra lengua.
  2. Debe ser feo, pues, según dice el escritor, los seres humanos tendemos a identificar lo bello con lo bueno y lo horrible con lo malo. Ejemplifica esto con el aspecto que le damos al enemigo por excelencia: el diablo.
  3. Tiene que oler mal. Su cuerpo tiene que despedir un aroma chocante, fétido, nauseabundo. En los orígenes del cristianismo, la figura del Anticristo era imaginada como monstruosa y hedionda.
  4. De clase inferior. Mi hermano Alejandro compartió ayer conmigo la reflexión de que a los venezolanos que han emigrado a nuestro país no les hemos hecho la vida imposible como a los ciudadanos de otras naciones debido a que entre la primera oleada que llegó a Costa Rica huyendo del régimen socialista había gente con mucho dinero.

Podemos agregar otras cualidades de nuestros enemigos. Por ejemplo, piensa diferente, nos dice las verdades en la cara, tiene otros gustos, su estilo de vida se aparta de lo “normal”, es un igual a nosotros que cometió el error de triunfar, etcétera.

“Al parecer no podemos pasarnos sin el enemigo. La figura del enemigo no puede ser abolida por los procesos de civilización”, afirma Eco, para quien la necesidad de tener rivales acérrimos es ancestral.

Y agrega una idea con la que estoy de acuerdo: “Encontramos a ese Otro insoportable porque de alguna manera no es nosotros”.

¿Cuáles otras características deben tener nuestros enemigos? ¿Qué opina usted?

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote