Son cuatro gallinas y cada una de ellas tiene nombre: Señorita Hennepin County, el ave dominante; Tiniebla, la más escandalosa; Gloria, que pone huevos color melocotón pastel, y Gam Gam, la que siempre picotea alimento de último.

En torno a este cuarteto giran las incidencias de la novela Gallinas, publicada en el 2021 por la estadounidense Jackie Polzin.

Se trata de una historia autobiográfica basada en las experiencias y reflexiones que acompañaron a esta escritora cuando a la edad de 30 años crió, junto con su esposo, un pequeño grupo de gallinas. Esa vivencia la ilusionó mucho, pues desde la infancia no había vuelto a tener mascotas.

El relato da cuenta de diversos hábitos y características de esas aves domésticas, pero va mucho más allá pues las cuatro gallinas son el punto de partida para hablar de la vida.

“La vida es el esfuerzo progresivo por vivir. Algunas personas hacen que parezca fácil”, dice en la página 47 de esta novela ambientada en un modesto pueblo de Minnesota.

Así, entre la recolección de huevos, la compra de alimento y la limpieza del gallinero, Polzin reflexiona sobre la curiosidad, la gente necia, las personas quejosas, la incertidumbre, la toma de decisiones (algo que no conocen las gallinas, pues no piensan) y la maternidad.

También, hay ideas en torno a la muerte (Gam Gam es la primera gallina en morir), el instinto de protección, las obsesiones, la capacidad de sorprenderse y las limitaciones (las gallinas no saben que pueden volar y escapar, lo mismo que sucede con muchos seres humanos).

La esperanza forma parte de esta novela, lo mismo que el estatus social, las falsas certezas, el aquí y el ahora (único tiempo que conocen estas aves de corral), la incomprensión del otro y esos individuos tóxicos con los que convivimos.

Gallinas tiene un pequeño gran detalle que me gusta y que difícilmente se encuentra en las novelas: sonidos onomatopéyicos: el tic tac del reloj, el chac chac que se escucha cuando se picotea el aluminio, el tuc tuc tuc que resuena durante el consumo del maíz, el fi fa fai-fo-fum de las pisadas de una niña corriendo tras una pelota.

Disfruté la lectura de esta obra que fue finalista del Center for Fiction First Novel Prize 2021. Vale la pena anidar en sus 226 páginas.