Tengo una costumbre que suma ya varios años: comprar un libro en las fechas que considero especiales.

Hoy, por ejemplo, adquirí un ejemplar de un poema épico que ya tengo pero que significa mucho para mí en este año en general y en este día en particular.

Odisea, del poeta griego Homero.

Se trata de una obra que relata el regreso de Odiseo, rey de Ítaca, esposo de Penélope y padre de Telémaco, a su casa después de participar en la guerra contra Troya.

Ese héroe griego, quien tuvo la idea de construir el enorme caballo de madera con el que finalmente se venció a los troyanos, estuvo veinte años lejos de su reino y el hogar: la mitad de ellos en el conflicto armado y la otra mitad en el accidentado viaje de retorno junto a los suyos.

Fue ese un periplo en el que Odiseo (en griego; Ulises, en latín) enfrentó la enemistad del dios Poseidón y enfrentó gigantes, hechiceras, sirenas y monstruos que retrasaron su vuelta a Ítaca.

Pero bueno, ¿qué tiene que ver esto conmigo? ¿Por qué compré hoy un libro del que ya poseo varios volúmenes?

Respuesta: porque este año ha sido para mí una especie de odisea. Sí, un viaje accidentado por múltiples razones, pero aún así, en medio de las tempestades y los vientos adversos, sigo remando -no me rindo- en aras de llegar a la Ítaca que me espera.

No sé cómo es esa isla, pero créanme que estoy haciendo mi mejor esfuerzo por tocar tierra. Son tiempos de reveses (porque por lo general la vida no es lo que uno sueña, sino lo que es), pero también de desafíos y oportunidades para crecer como ser humano y profesional.

Y bueno, hoy nació el tercero de los hijos que he concebido en este 2020. El primero fue el lanzamiento de mi libro En busca de Sancho; el segundo, alojar la página Don Librote en este sitio web, y hoy 5 de octubre inauguré el sitio Gente-diverGente (para promover la cultura de la discrepancia respetuosa), el cual pueden visitar en www.gente-divergente.com

Por eso adquirí un ejemplar de Odisea, publicado por la editorial española Gredos. Este libro se encargará de recordarme que la vida es un eterno viaje a Ítaca, un sitio en el que a veces pensamos que ya llegamos pero no es así…

JDGM