Primeras seis: “Un buen libro no tiene final”.

Siguientes once: “Si no te gusta leer, no has encontrado el libro correcto”.

Agregue nueve: “En un buen libro lo mejor está entre líneas”.

Las ocho últimas: “La lectura es la fábrica de la imaginación”.

El autor de la primera cita es el escritor, filósofo e historiador canadiense-estadounidense Robert Denoon Cumming (1916-2004).

La segunda oración pertenece a la autora de los libros de la serie Harry Potter, la británica J. K. Rowling (1965).

El tercer pensamiento es un proverbio suizo.

La última frase es de Jairo Gomelsky. Les quedo debiendo de quién se trata, pues no encontré información sobre este hombre.

Pero bueno, lo importante aquí es el contenido de las cuatro citas, esas que suman treinta y cuatro palabras. Estoy cien por ciento de acuerdo con cada una de ellas.

“Un buen libro no tiene final”. Terminamos de leerlo, pero no de recordarlo, saborearlo y pensarlo. El relato sigue vivo, reescribiéndose cada vez que lo evocamos o hablamos de él. Nunca dejamos de conversar con sus personajes, visitar sus ambientes, recrear los diálogos. Un buen libro sigue vivo.

“Si no te gusta leer, no has encontrado el libro correcto”. ¡Vaya festejo cuando lo hallamos! ¡Tremenda alegría descubrir la horma del calzado literario que nos queda a la perfección! Nos sentimos como rana en su charco, Luna en su cielo o bebé con su madre.

“En un buen libro lo mejor está entre líneas”. Cierto, el mayor placer no descansa en la tinta impresa sobre el papel o los dígitos que aparecen en la pantalla; el gozo más completo depende de nuestra capacidad de imaginar, pensar, soñar, preguntar, agregar, ¡sumergirnos en lo que el texto nos sugiere!

“La lectura es la fábrica de la imaginación”. Esta cita complementa a la anterior. La máquina del intelecto se enciende y pone en marcha cuando abrimos un libro y lo leemos. Producción de fantasía, creatividad, ingenio, ilusión y reflexión.

Cuatro citas, 34 palabras que invitan a leer. Las encontré y fotografié la semana pasada en el nuevo local de la Librería Internacional en Plaza Lincoln, San Vicente de Moravia.

Desde entonces, las masco lentamente, como si fuesen un delicioso chicle literario.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote