Aclaro: la pregunta del título de esta nota no implica que yo haya presenciado hoy una memorable escena de celos y manipulación.

La interrogante tiene su origen, más bien, en el hecho de que con la fecha del 7 de octubre empieza la novela Diario escrito en invierno, del francés Emmanuel Bove (1898-1945).

Esa obra, publicada por primera vez en 1931, registra los principales acontecimientos cotidianos que marcaron la recta final del fracaso del matrimonio de Louis y Madeleine.

Comienza, como ya dije, en una fecha como la de este día y finaliza con los apuntes del 2 de febrero siguiente. Casi cuatro meses de anotaciones hechas por el esposo, un hombre en extremo celoso y que siempre maniobraba con astucia o descaro para salirse con la suya en la relación de pareja.

Solo para que se den una idea del nivel de inseguridad de ese cónyuge, compartiré con ustedes algunos de los hechos que se narran en las páginas correspondientes al 13 de octubre.

Allí Louis relata diversas situaciones que vivió con una exnovia llamada Maud Bringer, una mujer sumamente encantadora, “una criatura absolutamente deliciosa” a quien dicho personaje perdió debido a sus celos enfermizos.

Se sentía mal cuando ella conversaba con su padre, salía con su hermano, pronunciara el nombre de algún tipo o que admirara a algún artista.

El hombre estaba tan desquiciado que se enemistaba incluso con las flores o las ciudades que a ella le gustaban.

Al principio de la relación, Maud interpretaba las escenas de celos como una muestra de amor.

Llegó un día en que él le exigió a ella no volver a besar a su padre en sus mejillas.

Y claro, en una de tantas ocasiones Maud desapareció del mapa, no quiso saber más de aquel chantajista.

La novela está tan bien escrita y aborda de manera amena los “demonios” que atacan a los celosos que prometo contarles más detalles otro día.

Por ahora me retiro a escuchar Infiel, aquella canción del argentino-español Luis Aguilé: “Me eres infiel con las sedas… Me eres infiel con tu mente… Me eres infiel con tus joyas… Me eres infiel con tu peine… Me eres infiel con tu espejo… Me eres infiel desde siempre”.

JDGM