Me refiero a la Editorial Navona, una firma barcelonesa independiente fundada en el 2007.

Sí, apenas 14 años, pero aparenta muchos más debido al notable desarrollo de sus colecciones de ficción, novela negra y biografías.

“Una pequeña editorial admirable”, dice de ella el escritor español Antonio Muñoz Molina (1956), Premio Príncipe de Asturias de las Letras en el 2013.

“La tapa dura es sobria pero muy atractiva… El papel es una delicia sensual para el tacto. La lectura es una experiencia tan física como la contemplación de un cuadro, en la que no solo interviene la mirada, sino el cuerpo entero erguido, su cercanía con el magnetismo del lienzo”.

Eso afirma Muñoz Molina sobre la edición de la novela Los papeles de Aspern, de Henry James, un comentario que bien puede aplicarse a muy diversos títulos de la serie Navona_Ineludibles.

Coincido plenamente con lo descrito por el escritor de El jinete polaco y Plenilunio; las ediciones de esta adolescente editorial son un placer para la vista y el tacto. Agrego el olfato… ¡todo un deleite sumergir la nariz en esos bosques de palabras!

Lo digo con conocimiento de causa, ya que poco a poco he ido armando mi colección de obras de Navona_Ineludibles; se trata de inquilinos que le dan mayor realce a mi biblioteca.

En la foto que acompaña a este texto no aparecen -por falta de espacio- Coplas de Juan Panadero, de Rafael Alberti, y Fábulas desaforadas, de Vikram Seth.

Cuento, además, con Lector voraz, de Robert Gottlieb, de la colección Navona_People, y Malentendido en Moscú, de Simone de Beauvoir, Navona_Ficciones.

Queda de manifiesto, por los títulos que aparecen en la foto y los que acabo de mencionar, la rigurosa selección de obras que realiza Editorial Navona.

Sí, una empresa adolescente pero madura. Libros buenos y bellos.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote