No creo en la reencarnación, pero sí en la reencuadernación, por lo que espero que en mi próxima vida mi espíritu tome forma de libro.

Sí, me gustaría transformarme en un ser de papel y tinta que more en alguna biblioteca viva; es decir, una colección de obras que sean leídas y no simplemente exhibidas.

Es más, quisiera ser un ejemplar viejo. Uno de esos ancianos editoriales de tapas gastadas, páginas color sepia y costuras que demandan ser reforzadas.

Un volumen oloroso a café y tarde lluviosa, a tabaco para pipa y whisky en las rocas, a loción para después de afeitarse y césped recién cortado, a vapor de potrero y río de montaña.

Me encantaría ser un libro lleno de olores.

Un libro lector. Que sea capaz de leer el alma de quien lo lee, sumergirse en sus sueños, temores, alegrías, prejuicios, fortalezas, debilidades, coherencias y contradicciones… ¡todo eso que significa ser humano!

Sería maravilloso poder leer a al menos unas diez vidas, lo cual implica que me presten o que pase de mano en mano a través de compra y ventas de libros usados.

Un libro que recorra mundo. ¡Eso mismo! Un libro que comprenda en vez de juzgar o condenar. Un libro que acaricie, abrace, consuele, seque lágrimas con su papel fabricado con pinos canadienses.

Además, que esté conformado por cientos de páginas llenas de dudas. ¡Un texto preguntón! ¡Un ejemplar reacio a las verdades oficiales! ¡Un volumen adicto a cuestionar!

¿Un libro de John Steinbeck, Carson McCullers, Carmen Naranjo, Aldous Huxley, Fernando Pessoa, Octavio Paz, Eunice Odio, Yolanda Oreamuno, Juan Rulfo, Rafael Ángel Herra, Carlos Cortés, Ana Istarú, Franz Kafka?

A lo mejor un libro de un autor o una escritora poco conocidos. Eso me gustaría, que el criterio de selección no tenga que ver con la fama ni los premios, sino que se tomen en cuenta también otras consideraciones, como el anonimato de quien no busca las luces…

Dios, si acaso formás parte de mis lectores, agradezco que tomés en cuenta mi deseo: reencuadernar en vez de reencarnar. Me parece mucho más interesante. Amén.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote