No se trata de publicaciones con contenido político, sino de obras editoriales cuyos títulos resultan muy sugestivos en días de lucha por los votos.

¿Por qué cincuenta? Digamos que para tener dos por cada candidato a la presidencia que forman parte del actual proceso electoral costarricense.

La feria de las vanidades, de William Makepeace.
Cumbres borrascosas, de Emily Brontë.
El poder cambia de manos, de Czeslaw Milosz.
La condición humana, de André Malraux.
Tan buenos chicos, de Patrick Modiano.
Las amistades peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos.
La divina comedia, de Dante Alighieri.
Pequeños equívocos sin importancia, de Antonio Tabucchi.
Diario de un seductor, de Soren Kierkegaard.
La envidia, de Yuri Olesha.
Lo rojo y lo azul, de Benjamín Jarnés.
Paraíso cerrado para muchos, abierto para pocos, de Pedro Soto de Rojas.
Las ilusiones, de Juan Gil Albert.
El libro de las alucinaciones, de José Hierro.
Los intereses creados, de Jacinto Benavente.
La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón.
Solo, y dolido, de Josep Vicenc Foix.
Crónicas de la verdad oculta, de Pere Calders.
Yo, el Supremo, de Augusto Roa Bastos.
El señor presidente, de Miguel Ángel Asturias.
Los de abajo, de Mariano Azuela.
La promesa, de Friedrich Dürrenmatt.
Ojo con el sordo, de Ed McBain.
El momento de la verdad, de Vladimir Borgomolov.
Mensajero del miedo, de Richard Condon.
Simplicius Simplicissimus, de Hans Jakob Christoffel von Grimmelshausen.
La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.
La historia interminable, de Michael Ende.
Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.
Habla, memoria, de Vladimir Nabokov.
En busca de los dioses, de Jacques Lacarrière.
La fabricación de la locura, de Thomas Stephen Szasz.
El arte de dirigir la orquesta, de Hermann Scherchen.
¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?, de Raymond Carver.
Filosofía para desencantados, de Alejandro da Jandra.
Construir al enemigo, de Umberto Eco.
El cazador de autógrafos, de Zadie Smith.
Turbulencias, de David Szalay.
Las reputaciones, de Juan Gabriel Vásquez.
Necesitamos nombres nuevos, de Noviolet Bulawayo.
El arte de no decir la verdad, de Adam Soboczynski.
El laberinto de la soledad, de Octavio Paz.
Confesiones de una máscara, de Yukio Mishima.
El jardín de las dudas, de Fernando Savater.
Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Carnegie.
En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.
Inventando números, de Gianni Rodari.
Confundiendo historias, de Gianni Rodari.
El viejo arte de mentir, de Sergio Ramírez.
La ignorancia, de Milan Kundera.

¿Cuál título agregaría usted?

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote