Sí Noé, me refiero a usted, el del diluvio; correcto, el patriarca bíblico del que se nos habla en los capítulos 6-10 del libro de Génesis.

¿Por qué no nos presenta a su esposa? Me interesa saber cómo se llama, cómo es, qué piensa, qué le gusta, qué sueña.

Es que en la Biblia sólo se nos habla de usted y sus hijos, pero de su compañera casi nada. Mejor dicho, ¡nada!

Lo único que se dice de ella en las dos ocasiones en que se la menciona es como “la mujer de Noé” (Génesis 7:12) y “su mujer” (Génesis 8:18).

Igual sucede con sus nueras, Noé, a quienes se identifica como “las tres mujeres de sus hijos”.

Claro, a sus descendientes sí se les llama por sus nombres: Sem, Cam y Jafet. ¿Por qué a ellos sí y a ellas no?

Perdón señor, pero sí importa ¡y mucho! Me molesta que simple y sencillamente se las anule o, peor aún, se las ponga al nivel de los animales que entraron en el arca, de los cuales se habla en general sin entrar en especificaciones.

A los únicos animales que se mencionan por su nombre es al cuervo y la paloma que usted envió con la intención de determinar si las aguas habían descendido lo suficiente para abandonar el arca.

¡Le fue mucho mejor a esas aves que a su esposa y sus nueras!

¿Por qué así, Noé? ¿Por qué esa discriminación? ¿Acaso ellas no hicieron absolutamente nada durante la experiencia del diluvio? ¿Eran esculturas o seres invisibles?

Sí, ya sé que usted no escribió el Génesis ¿pero al menos pidió que los nombres de esas cuatro mujeres fuesen consignados o se indignó cuando se enteró que no serían mencionadas?

También sé que eran otros tiempos y otra cultura, pero a Eva -de una época anterior a la suya- sí se la cita; claro, para culparla, señalarla como la mala influencia.

¿Entonces qué, Noé? ¿Nos va a presentar a su esposa o no? Entiendo, piensa seguir ningunéandola.

¡Después no se queje de que le siga lloviendo! Bueno, no crea, la situación no ha cambiado mucho después de tantos años…

JDGM