Marco los textos que me marcan.
Resalto los párrafos que me resaltan.
Acentúo las oraciones que me acentúan.
Señalo las líneas que me señalan.
Recalco las palabras que me recalcan.
Enfatizo los diálogos que me enfatizan.

Subrayo las ideas, personajes, preguntas, sorpresas, incertidumbres, temores, sueños, contradicciones, prejuicios… ¡todo aquello que me subraya!

Trazo líneas con tinta negra o azul en las páginas que trazan rayas indelebles en mi humanidad.

Encierro en círculos de lápiz las frases que nadie puede borrar en los cuadernos de mi memoria.

Tomo notas con mi pluma fuente en los márgenes que calcan dudas en mis pensamientos.

Dibujo asteriscos en los silencios que habitan las tramas y mi voz.

Caminos color amarillo fosforescente sobre frases que destacan aspectos importantes de mi vida.

Entre más subrayado un libro, más relevante su contenido, más amigo, más comprendido me siento.

Marco quijotadas.
Resalto metamorfosis.
Acentúo rayuelas.
Señalo principitos.
Recalco gentes y gentecillas.
Enfatizo cuentos de angustias y paisajes.

Subrayo los libros que me subrayan, que me leen, que me hablan, que me dejan reflexionando, que escriben historias en mi piel.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote