Lo digo en serio: esa obra de 34 páginas y en la que hay más dibujos que palabras, me habría caído de perlas hace cincuenta años.

En ese entonces yo era un alumno de cuarto grado en la escuela Ascensión Esquivel Ibarra en Liberia, Guanacaste.

Pues bien, resulta que un día la niña Isabel anunció las fechas de la primera serie de exámenes.

Bastó con que mis oídos escucharan la palabra “evaluaciones” para que mi colon empezara a inflamarse.

Una reacción extraña dado que yo era un estudiante aplicado y a quien no le costaba memorizar y entender las materias.

No obstante, me estresé. Por alguna razón me puse tenso y el estómago pagó las consecuencias.

Recuerdo que al final de aquella mañana caminé desde la escuela hasta casa, unos trescientos metros, y apenas entré en la sala caí al piso revolcándome del dolor.

Fue así como mi sistema digestivo me avisó que a lo largo de mi vida las preocupaciones me causarían ataques de colitis.

Es posible que esa notificación haya tenido lugar antes, pero este es el recuerdo más lejano que tengo en materia de crisis nerviosas.

Sin duda, Relajaciones, escrito por la catalana Mamen Duch (1966) e ilustrado por el sevillano Raúl Nieto Guridi (1970), me habría ayudado mucho para evitar aquel ataque del colon.

“¿Cómo ayudar a nuestros pequeños guerreros a calmarse y concentrarse?”, es la pregunta que se plantea en las dos primeras líneas de ese volumen que compré en la Librería Francesa (https://www.libreriafrancesa.net/sobre-nosotros).

A continuación, se propone utilizar la técnica “visualización creativa”: “el arte de usar imágenes mentales y afirmaciones para producir cambios positivos en nuestra vida”.

La idea es que los niños (¡quienes también se estresan!) imaginen que la mente es una enorme pantalla de cine en la que ellos pueden proyectar la película que deseen.

El libro sugiere jugar con varias imágenes que resultan familiares para los pequeños: espagueti, árbol, mariposa, tierra, agua, fuego, aire, nubes de colores y estrellas.

Para cada una de esas imágenes la obra provee las palabras, ejercicios de respiración y posiciones corporales con que hay que guiar a los infantes.

Vuelvo a ser niño cada vez que me sumerjo en este volumen. Además, le doy una mano a ese colon que me juega malas pasadas desde 1971.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote