Sí, unas ganas enormes de acostarme a leer sobre algún colchón de pasto, hierba y flores silvestres.

Colarme por entre una cerca de púas ubicada a la orilla de algún camino en el campo.

Acostarme bocarriba, de tal manera que primero pueda apreciar el movimiento de las nubes impulsadas por el viento y luego tener ante mis ojos el cielo de papel en el que revolotean pequeños pájaros de tinta negra.

Disfrutar de al menos una hora de lectura amenizada por el canto lejano de un gallo, los ladridos de un perro, el rebuzno de un asno, el mugido de varias vacas lecheras y el relincho de un caballo.

Sentir hormigas caminando sobre mis brazos o verlas invadir las hojas para confundirse con vocales y consonantes o utilizar la virgulilla de las eñes como sombrero y las tildes como bastón.

Leer una palabra. Escuchar un grillo.

Devorar una línea. Descubrir una libélula.

Saborear una frase. Distraerme con una rana.

Nadar sobre una oración. Seguir el vuelo de una abeja.

El aroma de la tierra. El murmullo del riachuelo. La tos seca de la pala…

Sumergirme en un párrafo. Percibir el olor de la boñiga.

Hacer equilibrio sobre un diálogo. Observar el nido de una ardilla.

Plantearle preguntas a un capítulo. Mordisquear una hoja de anís.

Gozar de un buen texto en medio de una propiedad habitada por panales, hormigueros, telarañas, árboles muertos donde residen escarabajos, túneles de taltuzas.

Conversar con personajes literarios al mismo tiempo que un campesino ordeña, una señora palmea tortillas, una abuela toma café en jarro de lata y grupo de niños juega a capturar lagartijas.

De repente cerrar el libro para sentir la caricia de la brisa, el beso de la garúa, el abrazo del sol.

El aroma de la tierra. El murmullo del riachuelo. La tos seca de la pala. El estornudo del volcán. El ronroneo del motor del chapulín. La canción alegre de las ruedas de madera de una yunta de bueyes. Y el susurro del pasar de las hojas del libro.

Tengo antojo de potrero y libro.

O quizá soy un libro y mi antojo sea de lector y potrero. O a lo mejor soy potrero y me apetece libro y lector. O tal vez soy los tres…

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote