“Cuidado con este libro. Este libro es peligroso. Te puede cambiar la vida. Todos los grandes libros son peligrosos. Este es un gran libro. Tan peligroso como la vida”.

Pocas veces me he decidido a comprar una obra literaria seducido por el texto de la contraportada. Suele suceder que esos espacios se desaprovechan con muchas palabras (palabrería) que dicen muy poco.

Me ahuyentan los que comienzan con oraciones prefabricadas y harto manoseadas como “Tiene en sus manos la más reciente publicación del nuevo fenómeno literario francés” o “Se encuentra usted ante una autora argentina que está poniendo patas arriba el mundo de las letras”.

¡Puro blof!

En cambio, las veintidós líneas de la contraportada de Miedo y asco en Las Vegas, del estadounidense Hunter S. Thompson (1937-2005) me hicieron un guiño imposible de resistir.

Se trata de un texto que me abrió el apetito de lector pues resume el contenido de la novela hablando de manera específica (nada de generalidades) sobre algunos de los temas que aborda: vida, muerte, escapismo, corrupción, riqueza, ruina, lucidez, utopía, realidad, locura masoquismo, asco, miedo…

“Este libro dice la verdad. Este libro habla de ti. Así en la vida como en la literatura”, se lee en la penúltima y última líneas.

¿Cómo no adquirir y leer una obra en la que están presentes algunos de los grandes temas que nos obsesionan a los seres humanos?

Me gusta leer libros peligrosos, esos que no nos venden la falsa ilusión de un mundo color de rosa, sino que -por el contrario- nos confrontan con la crudeza de la vida.

Obras literarias que no maquillan ni disimulan las dificultades de la existencia, los dilemas que enfrentamos a diario, los reveses que nos sacuden de pies a cabeza, los temores que nos atormentan, las preocupaciones que nos roban el sueño…

… las dudas que producen jaqueca, las incertidumbres que generan gastritis, los cambios y golpes abruptos, los fracasos que nos hacen llorar, los errores que nos hieren, los sueños que terminan en pesadilla, los resentimientos que no terminan de cicatrizar…

… los adioses que aún nos duelen, las ausencias que nos negamos a aceptar, las distancias que nos separan, los silencios que se ríen de nosotros, el final de las historias felices, los castillos de arena que destruye la ola, las bromas de mal gusto que nos juega la adversidad…

Un libro peligroso es aquel que nos dice la verdad. Aunque nos duela o desilusione.

“De vez en cuando, te cae uno de esos días en que todo es en vano… un mal viaje del principio al fin. Y si de veras sabes lo que te conviene, lo que tienes que hacer esos días es acurrucarte en un rincón seguro y observar. Quizá pensar un poco”, dice el narrador de Miedo y asco en Las Vegas.

Sí, eso expresa la voz que lleva el hilo conductor de esta obra en la que también hay espacio para la culpa, la mentira, la inseguridad, la paranoia, el pecado, los reproches… todo aquello que forma parte del lado oscuro de la vida.

Un libro peligroso. No hay duda, pero que vale la pena leer.

JDGM