El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha tiene, en la novela escrita por Miguel de Cervantes, un total de 381.104 palabras, en tanto que la versión tipo cuento infantil publicada por la Editorial Alma cuenta tan solo con 323 vocablos.

Una diferencia de 380.781 términos entre una y otra edición.

El relato más corto, de apenas 22 páginas, me hace recordar el episodio que viví con una estudiante de colegio.

Me refiero a la joven que me escribió al chat de Don Librote pidiéndome el número de teléfono para llamarme y hacerme una consulta sobre la historia del también conocido como caballero de la triste figura.

No recuerdo su nombre, pero sí la primera y única pregunta que le permití hacerme (ya verán por qué): “¿De qué trata el Quijote?”

La interrogante me tomó por sorpresa, algo así como una descarga de corriente eléctrica que me produjo un calambre de pies a cabeza.

–Disculpe, ¿usted leyó la novela? -le pregunté.
–No, por eso lo llamo, para ver si me ayuda porque pasado mañana tengo examen de ese libro -me dijo.
–¿Pero no lo ha leído?
–Todavía no.
–¿Entonces lo que quiere es que le cuente la historia a grandes rasgos?
–Sí, pero solo los capítulos más importantes.
–Todos son importantes.
–Bueno, entonces los más conocidos.
–Lo siento, pero no voy a ayudarla -le dije.
–¿Por qué así tan mala gente?
–Es que pensé que ya había leído la novela y quería que le ayudara con algunas dudas. Pero si no la ha leído no voy a ayudarle.
–¡No sea así! ¡Sálveme la tanda!
–Lo siento, pero no. Hasta luego (y colgué).

Pensándolo bien, debí haberle recomendado leer la bella pero súper resumida versión de Editorial Alma.

José David Guevara Muñoz
Editor de Don Librote